Tal Como Soy

Cuando se hable de esa mezcla increíble de bondad y fiereza, cuando se aluda a la dulzura y al ahínco, habrá que retomar entre tantas cubanas a una heroína, distinguida siempre por la sencillez, por una sonrisa sublime y amor profundo a la patria: Vilma Espín Guillois.

Su premio más deseado es la sonrisa de los niños. Del contacto con cada pequeño, crea una nueva historieta para hacerlos reír.

El latir de la noticia irrumpe en nuestras vidas y marca la tempestad de este siglo abrumado por la inequidad, la pobreza, las guerras y la discordia entre los más con los menos, como epidemia que aún no encuentra la cura

Según la historiografía, el poblado de Tapaste en San José de las Lajas fue fundado el 11 de marzo de 1788. De tal suerte, las sagas registran la cifra notable de 227 años para una comarca especialmente querida por sus lugareños, y célebre en el país entero por sus bajas temperaturas.

La mujer cubana en las filas de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) destaca por su incansable labor dentro de esta organización y en la defensa de las conquistas de la Revolución.

Más de cien años pasaron desde el primer marzo en que la jornada se convirtió en celebración por la emancipación de la mujer. El 8 de este mes se celebra una efeméride que debiera ser para el mundo una lucha inacabada.

El sobrepeso para Alina es un problema con el que ha convivido desde su niñez. Su afán por eliminar peso comenzó a los cinco años cuando fue diagnosticada obesa. Su madre, preocupada y bajo supervisión  profesional, comenzó a estimularle el gusto por el ejercicio físico.

Ha pasado el tiempo y cual Quijote cabalga por este siglo, su imagen se aparta de la    quietud para hacerse presente y futuro, es el Che Guevara argentino cubano, cubano ya más que argentino, que emprendió viaje porque le arrancaron la vida, que estremeció el mundo y dejó a la posteridad su visión para un tiempo no lejano.

Hoy es un día especial, de esos que no pasan inadvertidos, sobre todo para el colectivo de Radio Camoa que ya suma 43 años en su andar.

El sonido del timbre rompía con frecuencia la quietud de la mañana en casa de la profesora, que se apresuraba hacia la escuela. A pesar de su premura, abría la puerta, segura de encontrar del otro lado, a aquel octogenario de espíritu incansable y mirada de futuro, para quien hablar de la historia patria en el matutino era una suprema obligación.