Ha pasado un año y sabe Cuba toda que le falta físicamente uno de sus más preciados hijos. Cabalga la mayor de las Antillas en esa ruta trazada por hombres y mujeres que hicieron historia y legaron la voluntad y heroísmo imprescindibles para fraguar cada triunfo. Al frente #Fidel#PorSiempreFidel#PorCuba
Ha pasado un año y es difícil aceptar que no estés, porque sencillamente nos enseñaste a saberte eterno, vital y aun cuando irremediablemente no podemos verte, te imaginamos ahí, en cada acierto, pero también cuando algo no anda bien.
Se escapó la mocedad y los años llegaron a galope, pero tu estatura de gigante desafió el calendario para vibrar cual Quijote de estos tiempos, siempre presto a la batalla por causa justa, siempre dispuesto a regalar la paz y sembrar sonrisas sobre la tristeza.
Que no estés físicamente duele, y no sé si algún día la costumbre permitirá aceptar esa ausencia porque a diario se anudan razones que corroboran tu presencia, esa que cuenta del buen hacer de todos los agradecidos que deciden hacer el bien y con ello rendirte homenaje.
Ha pasado un año y me pregunto ¿Quién dijo que Fidel murió? Será que no está físicamente, porque late al unísono con todos los que con alma martiana abogan por el bien de la humanidad, está en ese nacimiento diario que nutre la esperanza y la vida, está en el altruismo que como alimento eficaz revitaliza energías para seguir adelante.
Por un lado los que destilan odio, los que celebran su muerte, los que no toleran la realidad elegida por millones de cubanas y cubanos. Por otro lado los agradecidos, los que desde la mayor humildad reconocen como máxima riqueza la paz y el amor, los que no olvidan, los que saben que no hacen falta alas para hacer un sueño, los que vibran con cada buena acción y deciden por hacer perpetua su obra.