En mayo de 1931 un sismo estremeció las calles de Santiago de Cuba, en ese momento Renato Guitart Rosell, con solo seis meses de edad sobrevivía a ese evento, después de ser rescatado por sus padres de entre los escombros de su casa.
Lejos estaba su familia de imaginar que se convertiría en un valeroso joven, un revolucionario cabal que años después sería uno de los asaltantes al cuartel Moncada.
La historia recoge en sus páginas que este joven santiaguero había conocido a Fidel durante una visita que este realizará a esa ciudad oriental; luego se reunieron en otra ocasión y ambos encuentros le bastaron al líder para evaluar la formalidad del joven revolucionario, de ahí que le asignará la tarea de crear las condiciones adecuadas para la acción del 26 de julio.
Arduo fue el trabajo de Guitart para cumplir con la misión, pero logró recopilar información de la fortaleza y viajó a La Habana en busca de armas, municiones y uniformes para la gesta, además junto a Abel Santamaría creó las condiciones para recibir a los asaltantes que fueron albergados Granjita Siboney en las afueras de la ciudad.
Por fin, llegó el día de la acción y en la madrugada del 26 de julio, encabezó la vanguardia de la toma de la Posta 3, enfrentándose heroicamente junto a sus compañeros a los enemigos. En el combate Renato Guitart, junto a Carmelo Noa Gil, Pedro Marrero Aizpurúa y Flores Betancourt Rodríguez son barridos por una ametralladora convirtiéndose en los primeros cuatro mártires de la Gesta del Moncada.