De pequeña la llamaban la Voluntariosa Llenena. Hija de madre descendiente de franceses y de capitán español, Magdalena Peñarredonda Doley pareció tocada desde el amanecer de su existencia por el patriotismo: cuentan que con solamente cinco años, dio la libertad a un preso político custodiado por su padre.
Es una vida que por suerte aparece inscrita en el ensayo de tema histórico-social, y en el registro oral de su comarca. Nació en Quiebra Hacha, cerca de Mariel, en la actual provincia de Artemisa, el 22 de julio de 1846. Al final de la Guerra de 1895 fue nombrada Comandante del Ejército Libertador, el máximo grado militar alcanzado por una mujer en aquellas gestas.
Entre las numerosas tareas de Magdalena Peñarredonda Doley, se encuentra la labor de inteligencia y de información. Ejercer como ojos y oídos de la campaña insurrecta en el occidente del archipiélago, no clasificaría como empresa simple ni mucho menos, ante la colosal acometida hispana de Valeriano Weyler contra las huestes de Antonio Maceo en Vueltabajo. El Titán, justo, sensible, agradecido, siempre se lo tendría en cuenta.
En efecto, el Hombre de la Protesta de Baraguá, uno de los genios de la Invasión, entre los hitos del arte militar de la centuria decimonónica en las Américas, nombró a Magdalena Peñarredonda Doley delegada del Sexto Cuerpo del Ejército Libertador. José Martí, que también la conoció, tuvo a su vez en altísima estima su labor para el Partido Revolucionario Cubano. El Apóstol la calificó de “modelo de paciencia y patriotismo”.
En la denominada literatura funcional (esa página que gana relevancia como arte escriturario en la empresa de mover los hilos de la historia), está el periodismo de Magdalena Peñarredonda Doley, prácticamente desconocido. Y son artículos sobre la necesidad de conquistar una patria y por el sufragio femenino. Junto a la combatiente por la independencia, habría que significar a la precursora de las luchas por la emancipación humana, por la revolución social.
En los laterales posteriores de la iglesia del Parque Libertad de Artemisa, se erige un modesto monumento a la memoria de la heroína mambisa nacida haca hoy exactamente 176 años.
En la colección de dibujos Toda la Patria está en la mujer, del Héroe Antonio Guerrero, se halla la imagen de la Voluntariosa Llenena, Magdalena Peñarredonda Doley, un nombre que debiera ser más concurrente entre los hijos de Cuba.