Si ha visitado alguna vez el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, INCA, en San José de las Lajas, seguro ha disfrutado del verde de su paisaje y del aire puro que se respira en esta institución.+
La razón es que en esta casa de altos estudios no se contamina el aire con productos químicos para la fumigación. Aquí tienen libre albedrío insectos y plantas en un medio ambiente natural y saludable.
Reconozco que muchos de estos bichitos tienden a ser bastante molestos, pero si se intentara eliminarlos, se correría el riesgo de agredir a otras especies inofensivas y necesarias para mantener la diversidad biológica.
Quién no ha disfrutado del inquieto vuelo de una mariposa con sus disímiles colores, plena de tranquilidad, dueña de un espacio libre de productos que aniquilarían esta y otras tantas especies, que solo regalan belleza a nuestra mirada.
Los principios del INCA relacionados con la protección del medio ambientes no solo se aplican dentro del centro, también se llevan al campo en dimensiones mayores, mediante una agricultura ecológica, basada en la explotación agrícola y la utilización óptima de los recursos naturales, fuera de productos químicos para abono ni para combatir las plagas.
La experiencia se transmite de un productor a otro para su generalización y puesta en práctica por los campesinos, actuantes directos del quehacer agrícola.
De esa forma, no solo se conserva la fertilidad del suelo, también se obtienen alimentos saludables, de mayor calidad nutritiva.
El empleo de métodos preventivos, entre ellos la diversificación de especies, a favor del buen desarrollo de las plantas y por ende, su resistencia natural a plagas y enfermedades, es la base del cultivo ecológico, vía efectiva y necesaria para la protección del medio ambiente.