Llegan a los hogares de San José de las Lajas, con la notoriedad que los hace ilustres y conocidos, aun cuando nunca se les haya visto.
Son esas personas especiales que definen la alegría o la sobriedad a través de la palabra, desde la grandeza de su decir, desde el alma que habita en el hacer de todos los días, aún cuando la vida propia aprisione heridas o desventuras.
Cada quien con su historia, con vivencias que revelan la magnitud del tiempo, con la noticia que corre veloz, con la canción que marca época, con el saludo mañanero o la despedida, así irrumpen desde el amanecer los locutores de Radio Camoa, hombres y mujeres que también definen el curso de la vida en esta ciudad.
Aún cuando la adversidad ha mostrado sus garras, sus voces han sido precisas en esa manera llana de comunicar, transmitir informaciones, de orientar a la población las medidas imprescindibles para contrarrestar el paso de ciclones y huracanes.
Son esas personas especiales, que desde una cabina llevan de la mano hacia la poesía, la historia o la reflexión de un tema vital, son esas voces reconocidas, que resultan amigas y parte de una gran familia: la audiencia.
Más que los adjetivos que pudieran enaltecer su obra, más que los calificativos apropiados para honrarles, va desde esta manera de decir, el respeto y la admiración por quienes, desde la pulcritud del buen hablar, hacen luz.