¨Estaba en el lugar y el momento equivocado¨. Con estas piadosas y hasta místicas palabras suelen describir numerosas personas un accidente lamentable que arrebatase vidas trágicamente. Lo cierto es que la realidad es otra. Si de accidentes viales se trata, el irrespeto y desacato a las regulaciones del tránsito, cometidas por muchos transeúntes constituyen frecuentemente las causas fundamentales de dichos incidentes.
Las cifras hablan por sí solas:1 350 000 muertes al año son provocadas por accidentes en la vía y ya son la primera causa de muerte entre los cinco y los 29 años, de acuerdo con datos publicados en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado mes de diciembre.
En Cuba los accidentes masivos implican actualmente la quinta causa de muerte. Durante los primeros cinco meses de 2018 ocurrieron 1670 accidentes, cifra que al cierre del año aumentó de forma alarmante.
Las infracciones a las leyes del tránsito son frecuentes y se hacen costumbre entre conductores, ya que un gran número de ellos no respetan las señales de Pare, Seda el paso,la luz roja de los semáforos y otras tantas referentes al correcto orden en el tránsito de vehículos y su armonía con la circulación de los peatones y ciclistas.
Además de las violaciones antes mencionadas, es común el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y la circulación de vehículos en mal estado técnico debido al uso y al tiempo sobre carreteras.
Perpetúa un dolor irremediable la pérdida de vidas humanas, sobre todo si se pudo haber evitado; aun cuando las personas logran sobrevivir, un suceso de tal magnitud les dejará huellas marcadas por siempre. Resulta entonces una paradoja que en las manos de una persona estén la vida de otras.
Considero que las autoridades deben tomar medidas más radicales en el asunto. En esta impostergable misión de reducir la cantidad de accidentes de tránsito,los medios de comunicación masiva y cada ciudadano tienen también el deber de realizar un llamado a la prudencia y la reflexión de los conductores.