El suceso docente, por naturaleza propia, se interconecta con el universo de la cultura. Es inevitable volver al credo martiano de la instrucción como condición de libertad. O a aquella idea de recoger hombres donde se siembran escuelas.
Con el surgimiento de la televisión primero y luego con la llegada del Internet, muchos temían que la Radio se extinguiría.