De un poco de esto o de lo otro se nutren hoy las redes sociales. Facebook por ejemplo, una de las más visitadas por los cubanos, es un inmenso enjambre de textos, imágenes y videos de todo tipo.
Internet, sin dudas, llegó para quedarse y las redes sociales forman parte de los diversos atractivos que incluye esta plataforma para atraer a los cibernautas.
Innegables son los beneficios que para el desarrollo tecnológico y en otras muchas esferas ha suscitado el uso de esta plataforma a nivel global, eso sin contar la rapidez que imprime en las comunicaciones y las posibilidades de acercar virtualmente a las personas que permanecen en puntos distantes. Lo que años atrás pudiese parecer imposible es hoy un hecho consolidado.
Aunque la red de redes, como se le conoce a internet, es una fuente inagotable de recursos que pone en vilo a esta civilización con sus múltiples adelantos, son innegables también las consecuencias del mal uso de quienes utilizan esta plataforma.
Cada año crece el número de usuarios que interactúan en redes sociales, solo uno de los pequeños espacios a disposición de los que navegan en esta plataforma.
Saber escoger entre lo que realmente vale, entre lo que proviene de una fuente confiable y lo que amerita ser compartido es un nuevo reto que impone el uso de esta red.
Mensajes de bien público, frases hermosas, poesías, recetas, reglas ortográficas y todo lo que contribuya a armonizar, educar, instruir, tender puentes, defender la amistad y unir las familias son variables que no deben desecharse, ni ser desaprovechadas en las redes sociales donde cabe todo como en botica.
