Ahorrar: una práctica imprescindible (I)

0
449

Los apagones, como reconocemos a la suspensión del servicio de electricidad por déficit energético nos ponen los pelos de punta, como se dice en el argot popular cuando algo nos irrita; sin embargo no siempre precisamos en qué hacer para contribuir a evitarlos.

Independientemente a cualquier rotura o mantenimiento que ocasionen la parada de alguna planta eléctrica, el despilfarro también condiciona la interrupción de esta prestación imprescindible.

Ahorrar electricidad implica consumirla racionalmente, usar la cantidad necesaria de manera consciente y responsable; en la medida que asumamos esa actitud lograremos una práctica de vida que favorecerá nuestra economía y la del país.

El ahorro de electricidad en el hogar permite economizar dinero que podrá cubrir otras necesidades de la familia, además de alargar la vida útil de los equipos eléctricos; para ello resultan efectivas todas las medidas que pongan freno al despilfarro.

  • Aprovechar la luz natural.
  • Realizar las actividades del hogar (cocinar, planchar, lavar) en otro horario fuera del Pico Eléctrico (de 11 am a 1 pm y  de 8pm a 10pm)
  • Encender solo las luces necesarias.
  • Mantener bajos niveles de iluminación para ver el televisor.
  • No utilizar el televisor como radio.
  • Encender el aire acondicionado preferentemente después de pasado el Horario Pico.
  • Pasar el aire acondicionado a la posición de ventilador si sentimos frio.
  • No dejar el ventilador encendido innecesariamente en la habitación.
  • Evitar abrir el refrigerador frecuentemente.
  • Si es necesario elaborar alimentos en el Horario Pico utilizar preferentemente la cocina de gas licuado.

Ahorrar es ahora y no después. Esa práctica tiene en sí misma un alto sentido de responsabilidad ciudadana, de ahí la necesidad de fomentar la cultura del ahorro, en la cual la familia tiene un rol significativo.

Quien de manera consciente ahorra en el hogar, igual asume esa actitud en su centro laboral, en todo lugar que se encuentre. Ahorrar no es objetivo, función o un vocablo, es una práctica de vida imprescindible.

Califiquenos

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Nombre