Hoy se cumplen exactamente 61 años de que Fidel pronunciara por vez primera la expresión de “Patria o Muerte”. El escenario se vestía de luto por el dolor ante tantas pérdidas humanas luego del atentado contra el vapor francés La Coubre.
La frase, nacida del sufrimiento, reafirmaba la convicción de los cubanos. Si una vez, desde la manigua, a viva voz se proclamó “Independencia o Muerte”, el 5 de marzo de 1960, en el sepelio de las víctimas por el horrendo crimen, se emitiría la máxima que durante años ha determinado la posición firme de los millones de cubanos que vivimos en esta isla.
Más que una disyuntiva o una retórica, Patria o Muerte llegó para sembrarse en la identidad nacional. Confirma una vez más que junto a la paz, van de la mano, la libertad y la soberanía; conceptos a los que no renunciaremos ni en mil años, mientras se pretenda una intervención extranjera.
Patria o Muerte se vuelve himno, verso, consigna. Describe la estirpe de los cubanos, el compromiso con nuestra tierra. Sella un sentimiento que vibra desde el siglo XIX cuando en la manigua el mambí levantó su machete.
Reiterar la frase aún en nuestros días, a 61 años de haberse pronunciado por primera vez, esclarece a los enemigos de hoy que somos un eterno Baraguá, con luces y sombras, en aras de edificar nuestro propio futuro.
Aunque se trate de desvirtuar el sentimiento fervoroso de que morir por la Patria es vivir, esta generación de cubanos constata lo ya dicho por el líder histórico de la Revolución Cubana, varios meses después del atentado contra el vapor La Coubre, (…) “Para cada uno de nosotros, individualmente, la consigna es: ¡Patria o Muerte!, pero para el pueblo, que a la larga saldrá victorioso, la consigna es: ¡Venceremos!”.
