Cada vez abril llega con su impronta plena de historia. Aun cuando ha pasado más de medio siglo, las vivencias están ahí, en esas páginas que enlutaron al pueblo cubano por el odio enfermizo gestado desde el norte revuelto y brutal que describió José Martí.
Aquel hecho lejos de sorprender a la naciente Revolución demostró su fortaleza y también la voluntad del pueblo de seguir adelante con la obra iniciada el primero de enero de 1959.
Han pasado los años, y quienes vivieron los días intensos de Playa Girón rememoran cada detalle; la confusión primero, el peligro visto tan cerca, la tristeza y también el valor que se multiplicó en todos para defender con garras el suelo patrio.
Abril llega cada vez para corroborar que la victoria conquistada en apenas 72 horas reveló ante el mundo que la soberanía de Cuba era y es decisión irrenunciable, devenido homenaje a todos los que dieron su vida por la libertad plena de la mayor de las Antillas.
Ahora, este cuarto mes del año atesora un hecho trascendental. Otra generación continuará el camino emprendido por la que no dejó morir al maestro en el año de su centenario, y seguirá la ruta de victoria que inscribió el 19 de abril de 1961.
