Cuando se hable de esa mezcla increíble de bondad y fiereza, cuando se aluda a la dulzura y al ahínco, habrá que retomar entre tantas cubanas a una heroína, distinguida siempre por la sencillez, por una sonrisa sublime y amor profundo a la patria.
“Fuenteovejuna lo hizo”, así cierra Lope de Vega su clásico drama histórico donde se cuenta cómo un pueblo es capaz de unirse y resolver sus problemas.
Obrar puede la capacidad innovadora y convertir en valiosos objetos como salidos de un cuento de hadas los sueños. Así todos los meses mes las educadoras del círculo infantil Dulce Sonrisa de San José de las Lajas se reúnen cada mes para confeccionar juguetes, en un pequeño espacio al que laman taller de la creatividad.
¡Ay que felicidad como me gusta hablar Español!, acuña una guaracha del trovador cubano Pedro Luis Ferrer que hizo época en la década del 80.
En mi barrio, uno de los más poblados de San José de las Lajas habitan varios bebés; cada vez que suena el claxon de un automóvil la tranquilidad desaparece y los pequeños se despiertan y lloran debido al intenso ruido.
Elvira González Paneque, además de mi vecina es una mujer con una historia para contar, de esas que corroboran no hacen falta alas para hacer realidad un sueño, sobre todo cuando voluntad y perseverancia andan unidas.
Carla González Pineda no lo pensó dos veces: solicitó como primeraopción el ingreso a la escuela pedagógica provincial de Mayabeque ,convencida de que su destino estaría ligado por siempre a laactividad docente y al trabajo con los niños.
Si bien la música constituye una de las manifestaciones del arte que gusta a todos y es necesaria para el acervo cultural y espiritual de las personas, también lo son las otras artes.
La mujer cubanaestá presente en muchos sectores y su creciente presencia en las filas de la Policía Nacional Revolucionaria, evidencia una vez más la entereza y el valor de nuestras féminas.






