BARCELONA.–A dos días del referendo independentista en Cataluña, el Gobierno español tiene ante sí el reto de calmar las tensiones en la nación.
En medio de una de las crisis políticas más grandes en décadas en el país, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró ilegal la votación, y propondrá conversaciones con todos los partidos para reflexionar sobre el futuro. Sin embargo, insistió en que el diálogo sobre Cataluña estará dentro de la ley.
«No podemos permitir que la voluntad de concordia de los últimos 40 años se debilite con un chantaje a toda la nación», dijo el presidente. «Espero que ahora renuncien a un camino que, como se ha visto, no conduce a ninguna parte», agregó.
Y es que la violencia estalló este domingo en Cataluña, día pactado por la comunidad autónoma para el referendo independentista, cuando la policía nacional irrumpió en los centros electorales, arrastrando a los votantes.
Los servicios de salud de la Generalitat cifraron en 844 los heridos por los actos de la policía y el Ministerio del Interior indicó que 12 policías resultaron heridos, según un reporte de Reuters.
«Propongo que todos los partidos políticos con representación parlamentaria se reúnan y, juntos, reflexionen sobre el futuro que todos enfrentamos», expresó Rajoy, a la vez que mantuvo su postura firme contra la independencia catalana y elogió a los cuerpos de seguridad del Estado.
No obstante, mientras Rajoy apelaba al diálogo, el presidente catalán, Carles Puigdemont, afirmó que trasladará los resultados del referéndum al Parlamento regional para que se aplique la norma que establece que en caso de ganar el «Sí» a la secesión se declararía la independencia de Cataluña de inmediato.
Tal y como se preveía, el Ejecutivo catalán dijo que había contabilizado 2,26 millones de papeletas, el 90 % a favor del «Sí» y con una participación del 42,3 % del censo, en el que 5,3 millones de personas fueron convocadas a votar.
¿PRÓXIMO PASO?
Resulta un hecho que el referendo profundizó la fisura centenaria entre Madrid y Barcelona.
A pesar de la acción de la policía nacional, algunos colegios permanecieron abiertos, especialmente en zonas bajo la supervisión de la policía catalana, que adoptó una postura mucho más suave.
«Estoy muy contenta porque a pesar de todos los obstáculos, he logrado votar», contó Teresa, una pensionista de 72 años, en Barcelona, que había aguardado durante seis horas para votar.
En otra mesa de votación, un hombre envuelto en una bandera española votó mientras otros aplaudían.
Las encuestas muestran que alrededor del 40 % de la rica región quiere la independencia de España; en ese sentido, una mayoría defiende la celebración de un referendo sobre el asunto.
RESPUESTA INTERNACIONAL
Desde Europa se pronunciaron respecto al referendo de Cataluña y su repercusión para la región.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, llamó este lunes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para expresarle su apoyo por los argumentos constitucionales que esgrime el Gobierno central.
Tusk pidió que se «busquen vías para evitar una mayor escalada y el uso de la fuerza», un mensaje claro con el que manda un recado. La Comisión Europea (CE) también apeló a las dos partes, a las que pidió que dialoguen, mientras descartó actuar como mediadora. Y es que la CE no prevé mediar en la cuestión catalana pues confía en que Rajoy gestione la situación en el marco de la Constitución, incluso después de las imágenes que dejó la jornada del 1-O.
«Llamamos a todos los actores relevantes a moverse rápidamente de la confrontación al diálogo», aseguró el portavoz comunitario, Margaritis Schinas.
Además, la Comisión volvió a defender el mantenimiento del orden constitucional español, más allá de los aspectos legales, considerando que la fuerza nunca puede ser una respuesta en cuestiones de política, aseguró el portavoz.