Casi culmina 2023, un año apto para corajudos, y eso somos los cubanos y cubanas, obstinados en nuestras pretensiones, alegres por naturaleza y siempre prestos a cualquier desafío.
Este tiempo transcurrido, marcado por la crisis que nos sofoca, carencias, altos precios, apagones (aunque ahora menos, por suerte), lleva también la marca letal del bloqueo que como un pulpo extiende sus tentáculos en todos los órdenes de la vida y de ese modo hace más intenso el fastidio.
2023 casi concluye y quedará en la historia también como un año marcado por el éxodo, por el desespero de quienes intentan enrumbar sus vidas en otros sitios, aun cuando ello implique renunciar a sus profesiones y oficios, empezar desde cero…cuenta el deseo sano de mejorar y ayudar a la familia que dejan atrás.
Este tiempo es difícil, de eso no hay dudas, es apto para los que perseveran, pero necesita mucho de la integridad, de la conciencia, del amor, del compromiso innato con el bien, con el hacer por y para todos.
La vida es una gran escena donde somos protagonistas, ser los mejores es la mejor manera de encaminar las metas hacia la prosperidad.
Cuentan el esfuerzo y el sentido común, cuentan lo más óptimo que podamos ser, la integridad del maestro en sus aulas, el respeto a los alumnos desde su cabal preparación para dar una clase.
El respeto de quienes prestan servicios, la calidad, la cortesía; cuenta la excelencia de nosotros mismos, los valores siempre imprescindibles en todos los tiempos, donde son elementales la sinceridad, el humanismo, la sensibilidad, la disciplina, la responsabilidad.
Casi culmina 2023, un año en que sopesamos dificultades, ajustamos en alguna medida nuestras economías y comprobamos que, aunque al decir popular, la vida está dura y no sabemos a dónde vamos a parar, nos asiste la certeza de no renunciar a los sueños, de eso se trata.
Cuba, merece ser próspera, cada uno de nosotros es Cuba y tienen ante sí el mayor desafío: no desmayar intentos en labrar desde el presente un mejor futuro con todos y para el bien de todos, recalco en la importancia de mejorarnos como seres humanos pues la perfección de una obra cuenta con la excelsitud de las personas.
Culmina un año tenso y aunque las familias no estarán completas para esa despedida de diciembre, retomaremos la alegría porque a diario despertamos al Sol para anunciar que seguimos haciendo hasta lo imposible para que prevalezcan las sonrisas en esta isla que amamos donde la paz es la mayor conquista.
