La llaman Lilú; un nombre que le abrió el ancho camino del arte en la personalidad de una payasita carismática y auténtica, preferida por los niños, protagonista de miles de cumpleaños y fiestas infantiles.
Pero detrás de ese rostro de colores, un vestuario de vuelos, lunares y sombrero; vive una mujer sencilla, sincera, espontánea y de un corazón inmenso, cargado de fantasía y optimismo.