Diciembre significa la Ceiba de Don Alejo como uno de los eventos culturales importantes de San José de las Lajas.
Hace más de dos décadas un grupo de creadores de jóvenes y otros no tanto, decidieron reunirse alrededor de la Ceiba que está ubicada en la Finca Linares, kilómetro 26 y medio de la capital de Mayabeque y honrar a Alejo Carpentier, nacido el 26 de diciembre de mil 904.
Su libro “La Consagración de la primavera” recoge en uno de sus capítulos el paso de Carpentier por estos lares del occidente cubano como un inventario de su recorrido por estas tierras de lo real y maravilloso.
Tal vez por eso, la Finca Linares no es tan común, quedó una huella hoy hecha monumento y tradición que convoca a creadores de todas las manifestaciones artísticas y al pueblo en general, a leer poesías, narrar historias, tararear canciones nuestras para cumplir ese debido compromiso con la cultura.
En la memoria de muchos están viejas suertes de encuentro con Pedro Luis Ferrer, Pepe Hevia y Teresita Fernández que hicieron historia en la Ceiba de Don Alejo hace ya diez años. Luego vinieron otros artistas que empeñan su vocación para no dejar morir la tradición.
Lo cierto es que en este y otro tiempo, incluso, hasta los que faltan por venir, todos los participantes, cogidos de la mano en forma de circulo cantarán Dame la mano y danzaremos de Gabriela Mistral como símbolo de unión y paz.
Es posible entonces que en aquel paso de Alejo Carpentier por el territorio mayabequense sellara un pacto de inmortalidad con esa energía de Revolución, que llegaría con sueños y excesos a lo real maravilloso del Caribe.