El arte de confeccionar piezas de vestir de manera artesanal es un oficio muy antiguo, pero aunque con la modernidad grandes maquinarias sustituyeron a esas mujeres y hombres que con sus manos crean verdaderas obras de arte, todavía muchas personas prefieren recurrir a las costureras.
El arreglo de una prenda de vestir es algo personal y de alguna madera casi familiar, porque el calor humano que genera esa relación entre cliente y modista, no puede encontrarse en ningún negocio.
Entre las ventajas de adquirir prendas elaboradas de forma casera esta que son hechas a la medida y al gusto del cliente, además su valor es casi equivalente a la mitad de lo que cuestan las compradas.
En mi opinión estas son algunas de las razones por la que se mantiene vigente este oficio, aunque en la actualidad no encontramos muchaspersonas que diseñen y confeccionen estas prendas por la escases o elevados precios de los tejidos.
Aunque en las fábricas se confeccionan lotes de prendas de vestir es innegable que el trabajo de una costurera o sastre es único y necesario.
