Los especialistas en Psicología desempeñan un rol protagónico ante la crisis mundial provocada por la Covid-19. El afrontamiento a la pandemia puso a prueba la capacidad individual y colectiva de adaptación a una forma diferente de vida. En este contexto los profesionales de las ciencias del comportamiento asumen la función de intentar minimizar los daños psicológicos.
Los expertos expresan su preocupación en lo concerniente a los daños psicológicos que inciden en la población de niños y adolescentes; grupos sensibles ante la ansiedad que genera la pandemia y aseguran que un mal manejo puede dejar huellas de estrés postraumático.
Entre los principales riesgos están el estrés psicosocial y los problemas psicológicos, a esto le podemos añadir el cierre temporal de los centros educativos, el confinamiento, las limitaciones de entretenimiento, el uso indiscriminado de las tecnologías digitales, entre otras situaciones que modifican completamente la rutina diaria.
Existen otras variables a tomar en cuenta como, por ejemplo, que en las edades más tempranas la percepción de riesgo tiende a ser menor, por tanto existe un peligro potencial a enfermar con el Sars Cov 2. En tal sentido la familia debe asumir el cuidado y educación de los más jóvenes.
Las necesarias restricciones de movibilidad durante la pandemia son fuentes de estrés para todos, sin embargo el grado de impacto dependerá de la edad y las características psicosociales de la familia. Es importante el acompañamiento y la comprensión entre los miembros. La cohesión familiar y el amor en el hogar son un bálsamo de inagotable beneficio.
