La continuidad del curso escolar abrió sus puertas en San José de las Lajas este lunes cinco de septiembre para dar la bienvenida a estudiantes de todas las enseñanzas que tendrán la posibilidad de transitar en el camino de la instrucción y la cultura para fraguarse como ciudadanos merecedores y útiles a la Patria, y a la tierra que los vio germinar.
La de hoy es otra jornada en la cual la independencia nacional, la soberanía y los derechos alcanzados para todo el pueblo están de celebración, cuando se evidencia que ni el férreo bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, ni las tensiones financieras, las contingencias epidemiológicas lograrán frenar que las escuelas de esta demarcación reciban a los pinos nuevos en su espacio formador.
Ese acto constituye un excelente homenaje a la obra social, educadora y humanista del imperecedero Comandante en Jefe y Líder Histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz.
Como respuesta frente a numerosas garantías y beneficios, solo cabe una posición: a partir de esta fecha debe fortalecerse, el vínculo familia-escuela-comunidad, a través de un abrazo de trabajo y cooperación que permita obtener los desafíos principales del período que reinicia y promover la formación de valores en la nueva generación de lajeros.
La familia desde la casa tiene la misión de asegurar la obra alcanzada en el aula a partir de la exigencia para el cumplimiento de los deberes estudiantiles, la preocupación sistemática por el recorrido docente de los hijos, y la reciprocidad activa en cada llamado del centro escolar donde se forman los más pequeños.
