Permanecer en casa el mayor tiempo posible y trabajar a distancia, son de las medidas más efectivas para evitar la trasmisión del virus Sars Cov 2. Esto ha transformado al entorno familiar en un ámbito de convivencia complejo. La incorporación de nuevos hábitos y los diversos roles en la realización de actividades generan un nivel de ansiedad adicional.
Los múltiples estados de ánimos de los convivientes, las dificultades económicas, los cambios abruptos en la rutina diaria, inciden de manera negativa en las relaciones de los miembros de la familia. Todo esto unido a la preocupación lógica por la pandemia de la Covid 19.
El nuevo Coronavirus ha generado un diferente modo de vivir, y el mundo que conocíamos cambió. Las relaciones sociales están afectadas por el necesario distanciamiento y la recreación en lugares públicos se ha vuelto una utopía.
El hogar es el escenario para todo o casi todo.Este constante confinamiento, en ocasiones, desborda nuestros recursos de adaptación, aumenta la ansiedad y el estrés, provocando conflictos en la familia.
Sin embargo existen maneras de afrontar el complejo contexto y llevar mejor la convivencia. Según especialistas en temas de psicología, la comunicación abierta y horizontal entre los miembros de la familia resulta una estrategia eficaz.
Compartir ideas, sentimientos y expresar nuestros puntos de vista, enriquecen las relaciones interpersonales. El secreto es conservar la tolerancia y el respeto hacia los demás.
Es importante no visualizar la casa como una prisión y sentirla como ese espacio de protección y amor. La epidemia es temporal y poco a poco ganaremos esta batalla. Hasta entonces es imprescindible encontrar todos los recursos necesarios para conservar nuestra salud física y mental.
