Sexta votación en la memoria

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La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas se pronunció en 1997 por sexto año consecutivo contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba.

La Agencia de noticias Inter Press señaló en aquella ocasión que la moción, considerada como el embargo impuesto a Cuba es una medida unilateral indebida y pide su eliminación.

En la votación hubo 143 votos a favor, tres en contra y 17 abstenciones, sobre un total de 185 estados miembros de la Asamblea General.

Incluso Canadá, Francia y Gran Bretaña, tres aliados de Washington, votaron a favor, y sólo Estados Unidos, Israel y Uzbekistán se opusieron, como lo habían hecho en 1996.

También se destaca el amplio apoyo que obtuvo Cuba, mayor que el año anterior, se debió a la promulgación en el intervalo de la ley Helms-Burton, una iniciativa del Congreso de Estados Unidos que aumenta el bloqueo a Cuba.

“El voto de la Asamblea confirma, una vez más, un gran respaldo a los principios de justicia y de respeto entre las naciones”, declaró Ricardo Alarcón, quien fuera en ese entonces Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

El gobierno estadounidense “impuso 61 medidas de sanción económica a 35 países de 1993 a 1996″, según informes de la Asociación Nacional de la Industria” de Estados Unidos, dijo Alarcón.

El embajador Marzuki Mohammed Noor, de Malasia, observó que Estados Unidos también aplica sanciones a Libia e Irán. Esas medidas y el incremento del embargo a Cuba violan “la soberanía y la integridad territorial de los estados afectados”, afirmó.

También en la cita otros diplomáticos presentes en la Asamblea General observaron a Estados Unidos que el embargo no ha alterado la política del gobierno cubano.

Estados Unidos rechazó la resolución de la Asamblea General. “Año a año, el gobierno cubano manipula las preocupaciones manifestadas en este foro para presentarlas como manifestaciones de apoyo a sus fracasadas políticas represivas”, dijo Víctor Marrero, representante de Estados Unidos en el Consejo Económico y Social de la ONU.

Marrero afirmó que las sanciones “son una herramienta esencial de política exterior” que Washington continuará utilizando de modo unilateral hasta que tenga lugar en Cuba la transición a la democracia.

“Cuba no es ni será posesión colonial de Estados Unidos. Ya es tiempo de que despierten aquellos en Washington que aún deliran con sueños imperiales”, replicó Alarcón.

El bloqueo impuesto a Cuba es definitivamente un atropello cruel contra un pueblo que lucha por su desarrollo y crecimiento, no es justo ni legal la negativa a levantarlo cuando tantas miradas solidarias lo recriminan.

Poner fin de una vez a esta ley injusta y deshumanizada es una decisión que debe tomar el Gobierno de Estados Unidos para seguir avanzando en las relaciones de ambos países.

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