La Habana, 22 feb (RHC) El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, participó en las reuniones de balances del trabajo en 2018 del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
En ambos organismos, sus trabajadores dieron sus firmas en apoyo a la hermana República Bolivariana de Venezuela y al presidente legítimo, Nicolás Maduro Moros ante la actual arremetida imperialista y sus lacayos. También expresaron su voto por el Sí en el referendo constitucional de este domingo, destaca Juventud Rebelde.
En el INRH, Díaz-Canel explicó que hay una marcada intención de la administración del gobierno de Estados Unidos de jugar su papel de gendarme mundial, como una amenaza importante para el área de América Latina y el Caribe.
Dijo que se ha ido tejiendo en los últimos meses toda una composición virtual sobre una supuesta crisis humanitaria en Venezuela, para usarla como pretexto para una intervención militar o una acción que provoque la división y el desaliento en las fuerzas bolivarianas y la unión cívico-militar y una guerra civil.
Pero independientemente de la vía que apliquen, todas tienen el propósito de derrocar la revolución bolivariana. Quieren desmantelar esa revolución, la sandinista y la cubana. Forma parte de una estrategia imperialista con la que pretenden homogeneizar y estandarizar su cultura y su coloniaje en América Latina, señaló el mandatario.
Nosotros, con firmeza, con decisión, con inteligencia, seguimos avanzando, seguiremos trabajando, seguiremos aportando a la política del Partido y a todo lo que aspiramos a partir de la implementación de la actualización de nuestro modelo, apuntó.
En el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el pasado año cerró, y 2019 empezó, con el proceso de implementación del perfeccionamiento, una innovación organizacional en correspondencia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021.
El proceso incluye la separación de las funciones estatales y empresariales, se realiza paulatina y ordenadamente, y se añade a la implementación de la Ley No. 124 De las Aguas terrestres, y su Reglamento, puesta en vigor a inicios de 2018.
El Informe del Balance anual del INRH recoge que en el período 2015-2018 se ejecutaron inversiones por casi mil 600 millones de pesos. Se terminaron más de mil 443 obras, entre ellas, la construcción o rehabilitación de más de 2 000 kilómetros de redes, conductoras, colectores de alcantarillados y drenaje; y la instalación de más de medio millón de metrocontadores de agua, tanto en el sector residencial como en el estatal.
Se ejecutaron obras emergentes para enfrentar la sequía en casi todas las provincias, y se destinaron más de 771 millones de pesos al mantenimiento de la infraestructura.
El Instituto, encabezado actualmente por el ingeniero Antonio Rodríguez Rodríguez, tras la promoción de Inés María Chapman a Vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros, evalúa de bien —según consta en la rendición de cuenta— la solución de planteamientos y quejas de la población.
Fueron resueltos 20 mil 244 casos de un total de 24 438 quejas, planteamientos, anónimos y denuncias, sugerencias y solicitudes. Las afectaciones que más refiere la población están vinculadas con situaciones de vertimientos de residuales.
Se afirma que existe «una tendencia a mejorar el servicio de abasto en todo el país, con énfasis en el diario, como resultado de las acciones de mejoras organizativas, del mantenimiento y las inversiones», así como por una disminución de la sequía.
Tras la presentación del descargo de trabajo, con su banco de problemas y la propuesta de soluciones, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros resaltó la profesionalidad y los resultados del organismo en los últimos años.
En la reunión estuvieron el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez e Inés María Chapman, vicepresidentes de los Consejos de Estado y de Ministros, y Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), entre otros dirigentes del Partido y el Gobierno.
El primer mandatario cubano explicó que la dinámica de los balances en los organismos de la Administración Central del Estado se caracteriza este año por hacer un ejercicio de pensamiento que permita buscar coherencia en la labor y el actuar gubernamental a partir de la definición de bancos de problemas y la determinación de su solución con planificaciones a corto, mediano y largo plazo.
Él se ha propuesto acudir a ellos, junto a vicepresidentes del ejecutivo, miembros del Secretario del Comité Central del Partido, ministros y otros dirigentes. Se trata de gestionar la actividad de Gobierno defendiendo en primer lugar la batalla económica, que es la fundamental en estos tiempos, señaló.
Expresó a directivos, especialistas y trabajadores del INRH que ellos son herederos de las ideas fundacionales de Fidel, artífice de la voluntad hidráulica, la que fue impulsada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz con la reanimación y avance de los trasvases en lo que va de siglo.
Tenemos que continuar este proceso, invirtiendo y haciéndolo bien, señaló Díaz-Canel, porque de lo que se trata es de una voluntad para hacer uso del agua de forma óptima, dijo.
Reconoció que el INRH tiene aún brechas por cerrar. Lo óptimo —expuso— es garantizar un abasto total de agua de calidad las 24 horas del día y una completa cobertura de saneamiento, además de garantizar el líquido para los diferentes programas de desarrollo del país, desde el agrícola, el cañero-azucarero, el de viviendas, el de turismo, el industrial, y el resto, porque el agua es necesaria en cada uno, explicó.
Como en balances anteriores en los que ha participado, el Jefe de Estado continuó desarrollando una serie de orientaciones sobre la buena administración pública.
Llamó a hacer de esta una gestión eficiente, más aún en los tiempos que corren, donde el capitalismo, con su plataforma neoliberal, ataca al Estado, busca reducirlo al mínimo y privatizarlo todo. A ellos no les interesa lo que aquí discutimos, como garantizar una cobertura de agua potable al ciento por ciento y de calidad, lo resuelven de una manera: el que no pueda pagarla, no la tiene.
Al cierre de 2018 se encontraban ocupados en la economía 4 482 700 trabajadoras y trabajadores. De ellos 3 067 000 en el sector estatal y 1 415 700 en el no estatal, con una tasa de desocupación de 1,7 por ciento, se conoció durante el balance anual del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Junto al Presidente cubano, asistieron Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros; Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC; y Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista, además de ministros y otros funcionarios.
Margarita González Fernández, ministra del MTSS, informó a la asamblea sobre la situación del empleo; la planificación de la formación y distribución de la fuerza de trabajo calificada en correspondencia con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030; y el trabajo en el sector no estatal como una alternativa más de empleo.
También abordó el tema de los salarios, la gestión de prevención, asistencia y trabajo social; la seguridad social; y la política de seguridad y salud en el trabajo, entre otros.
Contextualizando las funciones y la misión de este ministerio sus indicaciones sobre cómo dotarnos de una administración pública eficiente, Díaz-Canel señaló que el MTSS está muy vinculado con la población.
Aquí tiene que predominar la voluntad por destrabar, por romper todo lo que sea burocrático, y para eso hace falta sensibilidad. Un trabajador social u otro del organismo no puede maltratar a la población, tienen que atender sus problemas.
Exhortó a hacer uso de la informatización de la sociedad como una herramienta imprescindible para reducir y agilizar los trámites, así como de la comunicación social, y de la investigación científica que conduzca a la innovación.
Explicó que la economía se mueve en un escenario complejo, como la situación demográfica y el envejecimiento poblacional; o las limitaciones en la generación de empleos; o las personas que no quieren trabajar por los bajos salarios; o la dicotomía sobre qué es lo primero, crecer en productividad y luego aumentar los salarios, o viceversa.
Son problemas estructurales a resolver con inteligencia, aunque no nos hemos detenido. En el sistema empresarial, los ingresos han estado aumentando por años, ejemplificó, y habrá que buscar una solución a los bajos salarios, al crecimiento económico, al incremento de las exportaciones de bienes y servicios, a la generación de empleos donde haga falta y la automatización dondequiera que sea posible.
El Jefe de Estado se pronunció por continuar desarrollando el trabajo por cuenta propia, pero dentro de la legalidad —y enfrentar a quienes ejercen de forma ilegal—, como un complemento necesario de la economía.
El principal actor económico en nuestra economía es y será la empresa estatal socialista, enfatizó. Al respecto reflexionó sobre la necesidad de preservar la fuerza de trabajo calificada. El recurso más importante para el desarrollo de un país es su fuerza de trabajo, y dentro de ella la calificada, que no solo se refiere a lo profesional, sino también a los liderazgos.
La fuerza calificada es fuente de desarrollo, facilita la transferencia tecnológica y ofrece otras ventajas, por lo que hay que estimularla, preservarla y potenciarla.
Orientó establecer un correcto tratamiento a los jóvenes que egresan de las universidades, de manera tal que permanezcan en sus puestos asignados porque se sienten útiles, lo que incluye facilitarles más capacitación, como posgrados y doctorados.
(Juventud Rebelde)