Cuando se hable de perseverancia habrá que hacer un alto y mencionar a Jesús Olivera Fonseca, Chuchy para sus familiares y amigos.
La novedad siempre anda consigo, porque es de las personas que no acepta la quietud y aboga por la constancia en el hacer, de ahí que nunca le falta una tarea por cumplir o un compromiso al que hace gala con su inmediatez.
18 años como conductor de un bicitaxi lo describen como fundador en ese servicio, atinado en esa destreza, respetuoso y cordial, baluartes imprescindibles en quienes tienen como cotidianidad atender al público.
Delegado de la circunscripción 17, presidente de la Comisión que atiende servicios, representante de sus colegas y jefe de grupo del trabajo político ideológico en la Zona de Defensa donde reside son algunas de las responsabilidades que asisten a este trabajador de San José de las lajas, elegido como delegado directo al Vigésimo Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, (CTC).
Dialogar con él es conocer a la perseverancia en persona, al no aceptar concilio con los obstáculos, sino empedernido gladiador contra las ineptitudes para sobre ellas sembrar soluciones abrigadas con el hacer y no con el decir.
Su asistencia a la magna cita del movimiento obrero cubano, -me dijo-, es un estímulo para hacer más, pero no puede ocultar su alegría, aunque confiesa no lo esperaba, llegó para hacer historia, para demostrar que todos tienen derecho a asistir a un evento de tal envergadura.
Como cada mañana, anda Chuchy, u Olivera, como todos le llaman, haciendo historia por San José de las Lajas, con una sonrisa y la cordialidad como saludos y con la meta diaria de hacer el bien.
Es él de los que pueden describir el crecimiento de esta ciudad capital, la cual transita dada día a ritmo de pedal, cual acucioso centinela de un patrimonio que lo sabe dueño y soberano, parte y protagonista.