“Nos vemos el próximo año”…es la frase que utilizamos para despedirnos de personas que no veremos hasta concluidas las tradicionales festividades que anuncian la llegada de un nuevo calendario.
Recurrimos al humor innato de los cubanos, a sabiendas de que solo transcurrirán pocas jornadas…y es que la línea entre un día y otro es un instante.
Aun así, depositamos en el nuevo año todas nuestras esperanzas, y la posibilidad de cumplir cada meta nuestra y de nuestros seres queridos con optimismo, positividad y confianza.
Es mucha la carga para 365 días que se esfuman, que transcurren de manera, a veces imperceptible. Mucha la responsabilidad para individuos imperfectos, que lloran, ríen, triunfan pero también se equivocan, una y otra vez.
Por eso vivamos el presente, disfrutemos el ahora e intentemos que las derrotas no sean en vano. Aprendamos de los errores y seamos mejores seres humanos.
Ayudemos al prójimo a construir su propio destino, amemos, dejemos que nos amen. Respetemos, seamos leales, laboriosos y ya veremos qué sucede “el próximo año”.
