Felicidades, salud, amor, éxitos y prosperidad para usted que ahora visita esta página y lee lo que he escrito.
El primer día del año tiene su magia. La felicitación y el augurio de buenas nuevas distingue el saludo, no faltan los abrazos, las sonrisas y la alegría.
Tradicionalmente son muchos los que esperan conocer la letra del año, un conjunto de revelaciones y predicciones sobre el porvenir del país que responde a una ceremonia de adivinación propia de la religión Yoruba y que se da a conocer pasadas las 12 de la noche del 31 de diciembre.
Justo el 31, son unos cuantos los que toman una maleta y hacen un pequeño recorrido para que abra caminos, otros confeccionan un muñeco que a las 12 de la noche le dan candela para que se lleve todo lo malo; también está el cubo con agua que se vierte para la calle.
En Santiago de Cuba, se espera el nuevo año frente al parque Céspedes, y desde allí, en la sede de la Asamblea Provincial, se iza la bandera, desde su ondear se vaticina como irá el año.
Son algunas de las tradiciones que habitan en esta tierra que nos vio nacer, todas llevan en sí la fe y la añoranza de bienestar y prosperidad, ese anhelo que decimos a voces en el cierre y comienzo del año nuevo.
No todos los días nos felicitamos y auguramos bien, no todos los días tratamos de atrapar la felicidad, de compartir con la familia y amigos, es que la vida al decir de algunos nos lleva de la mano y corriendo pero, es menester que también desde este primer día de 2023 tracemos nuestro proyecto personal.
La familia, el trabajo, la sociedad en que vivimos requieren de nuestro mejor aporte, de la consagración y del tiempo que debemos tener en cuenta para todos los órdenes de la vida.
Ser mejores personas es la clave para todo lo que nos propongamos hacer, porque la hipocresía, la soberbia, la ira, la ambición y el egoísmo nunca permitirán la plenitud de nuestra satisfacción.
Comienza un año y es importante fortalecer nuestra actitud, en la voluntad de cada quien está la vía para hacer que la vida sea bella; el mejoramiento humano es impostergable, la comprensión es elemental, el respeto es imprescindible, el decoro ha de ser innato y el amor debe ser perpetuo.
