La actividad contó con la participación del pastor puertorriqueño Jorge Raschke, presidente del Ministerio Clamor a Dios, quien en su discurso se refirió a la manipulación de ciertos medios de comunicación sobre lo que realmente sucede en el país.
En ese sentido, Raschke exhortó a los participantes a no fiarse de todo cuanto dicen y publican algunos medios nacionales e internacionales.
Por otra parte, ciudadanos de varios países se unieron al clamor de los nicaragüenses por la tranquilidad y el cese de la violencia, mediante mensajes de paz divulgados en las redes mundiales de información.
Con la etiqueta #NicaraguaQuierePaz residentes de España, Bolivia, Venezuela, Panamá, Honduras, Guatemala, Estados Unidos, Paraguay y Brasil, entre otras naciones, abogaron mediante sus cuentas en twitter por la estabilidad y el diálogo nacional para superar la crisis sociopolítica en el país.
Organizaciones y movimientos sociales nicaragüenses convocaron a esta campaña mediante esta red de información como parte de las acciones contra la violencia delincuencial, generada, según denuncias del gobierno, por grupos políticos de oposición con agendas específicas, lo cual constituye una conspiración que viola la Constitución.
De acuerdo con el Ejecutivo, en una provocación demencial y sin precedentes, esos grupos se confabulan para denunciar ataques inexistentes, luego agredir, producir víctimas y culpabilizar a las instituciones del orden público.
A su vez, en las redes sociales se lleva a cabo una intensa campaña de desinformación y manipulación, replicada por medios de comunicación afines a la derecha para generar confusión y exacerbar las tensiones, según advierten internautas, observadores, académicos y analistas políticos.
Sin embargo, pese al llamado a la paz de gran parte de la población, grupos con armas de fuego, morteros y bombas molotov, realizan actos de terrorismo y crimen organizado en varios departamentos dl territorio nacional, conforme a reportes policiales.
El presidente Daniel Ortega reafirmó a las familias que el único camino a la paz es el diálogo, el establecimiento de la verdad y la búsqueda de las soluciones demandas por el pueblo.
La ola de violencia estalló en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Tales reformas, acorde con observadores, sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación y provocar el derrocamiento del gobierno sandinista.
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