Los tiempos cambian, y con ellos también el uso que damos a algunas palabras, antes decir que alguien era un monstruo aludía a algo terrible, hoy cuando te dicen Fulano es un monstruo en Matemáticas o sencillamente es un Monstruo cantando, significa que es lo máximo.
Y entre esos vocablos usados en estos tiempos está Tóxico; según el diccionario es venenoso o que puede causar trastornos o la muerte a consecuencia de las lesiones debidas a un efecto químico. “un producto altamente tóxico”.
Es frecuente escuchar que alguien es tóxico y mientras más lejos se esté de esa persona mejor. La toxicidad lamentablemente abunda y es visible en distintos ámbitos, uno de ellos, los colectivos laborales, donde en ocasiones el ambiente llega a ser demasiado tóxico lo cual interfiere en la armonía, y estabilidad del colectivo.
Un ambiente laboral tóxico es un espacio de trabajo donde las actitudes, reacciones y comportamientos son negativos, insidiosos y antagónicos. Las relaciones entre los colaboradores suelen ser conflictivas, la comunicación improductiva y los procesos de trabajo desgastantes a nivel físico y mental.
Es por ello que es importante ante estas señales, llamarse a capítulo; la armonía y el entendimiento son esenciales para la buena marcha de todo y para el fortalecimiento de las relaciones humanas.
En ocasiones una está en la calle y todo lo que escucha es negativo, es verdad que se está viviendo un tiempo difícil y entre carencias, apagones y precios sumamente tóxicos nos cambian el rumbo del día a día pero, ante esa realidad, no echar más leña al fuego, pongamos un poco de lo mejor de cada quien.
SI queremos avanzar tenemos que tener en cuenta que la ética, el respeto al otro, trabajar en equipo, saber escuchar y sobre todo comunicar, son imprescindibles para que el ambiente en cada colectivo laboral sea óptimo al igual que sus resultados.
Si algo no se puede perder es la cordura, es preciso razonar una y las veces que sean necesarias antes de crear un ambiente desagradable, un análisis no tiene por qué devenir discusión acalorada; el lenguaje claro, directo, en el tono normal y la educación de cada quien harán que el ambiente sea agradable y los resultados mejores.
Lo tóxico en el contexto que se aluda siempre será negativo, vale entonces poner las mayores energías a favor del antídoto de ese mal, porque sin lugar a dudas, la toxicidad nunca permitirá que sea próspero el lugar donde ella habite.