Desde las pesquisas casa a casa hasta los servicios asistenciales en los centros hospitalarios, transita por estos días con redoblado esfuerzos la labor del personal de la Salud Pública en Cuba.
No es secreto el riesgo que entraña el combate contra la COVID-19, en cualquiera de los frentes donde se libra esta batalla, cada uno de ellos tan importante como el otro.
El cuerpo de guardia para atender a adultos e infantes con síntomas respiratorios del Hospital General Docente Leopoldito Martínez, es un ejemplo de la voluntad gubernamental de evitar la propagación de la COVID -19 en este territorio y de garantizar una atención de salud a la altura de las circunstancias.
En este servicio los pacientes con sintomatologías asociados a las que provoca esa enfermedad, tales como: secreciones nasales, dolor de garganta, tos, fiebre y dificultad para respirar, son entrevistados y evaluados para su clasificación y la toma de decisiones de la conducta a seguir.
El Sistema de salud en Cuba no margina a ningún ciudadano y para cada grupo poblacional contempla un plan de acciones que pone en marcha ante cualquier contingencia.
Cumpliendo con rigurosas medidas higiénico – sanitarias los servicios de salud permanecen abiertos para atender a quienes los necesiten, sin escatimar esfuerzos, ni recursos, pese a la difícil situación económica que hoy enfrenta el país, salvar vidas es una prioridad del sistema social cubano.
Médicos, enfermeras, auxiliares de limpieza, laboratoristas, estudiantes de varias especialidades participan en la batalla que hoy libra el mundo contra esta pandemia. En tiempos de coronavirus, ellos velan por nuestra salud.
