El crecimiento económico es condición necesaria para la transformación estructural y el consecuente incremento productivo que garantice de forma positiva y ascendente la satisfacción de las necesidades de la población cubana.
Debido a su vital importancia el modelo económico cubano se ha visto modificado este último año en el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobándose después de un amplio proceso de consulta popular los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
El plan de desarrollo hasta el 2030 comprende las líneas más generales que marcan los esfuerzos del país para el avance de su nación.
Tiene a su vez un componente de orden político significativo, pues expresa los objetivos no solo económicos sino también sociales que proponen alcanzar lo más rápido posible el desarrollo científico-técnico y sociocultural del país y su población.
El proceso de diseño e implementación de esta estrategia de desarrollo es consecuencia de procesos sociales contradictorios que se deciden en el terreno de la política; por lo tanto, en el proceso de su elaboración deben participar de manera sustantiva y en igualdad de condiciones, toda la diversidad de actores económicos y sociales que existe en el país.
Las pequeñas y medianas empresas (Mipymes) son actores importantes en el desarrollo productivo de los países de América Latina por su contribución a la generación de empleos en los países, su participación en el número total de empresas y en menor medida por su peso en el producto interno bruto.
El Estado Cubano no ha estado ajeno a la importancia que tienen las Mipymes para el desarrollo de nuestro país por ello se les ha dotado de normas para fortalecer su implementación y crecimiento, así como su desarrollo.
La creación en Cuba de las micro, pequeñas y medianas empresas, como parte del perfeccionamiento de los actores de la economía, ha despertado un intenso debate y no pocas expectativas, sobre todo en el sector no estatal, los cuales buscan alcanzar su desarrollo y a la vez aportar al país.
Estos nuevos actores, concebidos con personalidad jurídica, tanto estatales como privados, que cada día se conforman más, y dedicados a la producción de bienes y servicios.
Las privadas se conformarán de los mismos trabajadores por cuenta propia, que tienen una alta contratación de personal y en el caso de las estatales, se elabora en los análisis sobre qué instituciones podrían incorporarse a la experiencia, siempre enfocadas en las prioridades del país.
Las Mipymes contribuyen al sector de la economía sobre el que debería centrarse la atención del gobierno, destinando esfuerzos y recursos para revertir la compra a instituciones no legales y el alto precio de su trabajo brindado a la población, la estrategia del desarrollo empresarial se debe tener en cuenta en toda política económica y además ser consistentes con una estrategia macroeconómica orientada a su crecimiento y sustentabilidad.