Si una pareja mantiene relaciones sexuales estables y no logra un embarazo puede temer ser infértil. En ese caso, debe dirigirse al consultorio del médico de la familia, donde el equipo básico de salud realizará el interrogatorio, el examen físico y otros procedimientos correspondientes a ese nivel de atención del Sistema de Salud.
La pareja será remitida posteriormente a la consulta municipal de Atención a la Pareja Infértil, en uno de los policlínicos del territorio y donde labora un equipo multidisciplinario integrado por ginecobstetras, psicólogos, licenciados en laboratorio clínico, urólogos, endocrinólogos y otros especialistas.
Comienza entonces un largo camino en el que los avances científicos y la pericia del personal de la Salud se dan la mano junto a una serie de pruebas como espermogramas y ultrasonidos anovulatorios, entre otras para determinar el factor determinante de la infertilidad, que puede ser femenino, masculino o mixto.
El servicio de consejería también se ofrece, pues en no pocos casos el estrés figura como una causa importante.
Los exámenes clínicos y todas las pruebas pertinentes pueden confirmar la presencia de infecciones cervicovaginales o en el aparato reproductor masculino, y este es el momento de iniciar el tratamiento.
Con frecuencia el 60 por ciento de los casos puede encontrar la solución en ese momento, de lo contrario, las parejas deben dirigirse a los centros provinciales de reproducción asistida, existentes entodo el país.
Hasta 6 intentos de gestación puede vivenciar la pareja a partir de la técnica de la inseminación artificial, que consiste en llevar hasta el útero el semen obtenido por la eyaculación a través de una cánula en el momento oportuno coincidente con la ovulación de la mujer.
Este es un proceder que requiere habilidad del personal médico, pues un mal manejo de la cánula puede provocar, por ejemplo, una implantación en una de las trompas de Falopio lo que conocemos como embarazo ectópico.
Cuando la pareja acude a este nivel de atención, la mujer puede someterse a tratamientos quirúrgicos para erradicar los factores que impiden la implantación del ovocito, como un fibroma, obstrucciones ováricas, edemas en las trompas y endometriosis, entre otras.
Al hombre se le aplican también técnicas de capacitación del semen para favorecer su movilidad o el aumento del número, se le opera el varicocele, y a ambos hay que descartarles factores endocrinos, hormonales, que incidan en su fertilidad.
Alrededor de un 30 por ciento de los casos de parejas infértiles en el país puede tener un bebé en sus brazos luego de este período, y para las que no pudieron lograrlo, les quedan las opciones que brindan las técnicas de reproducción asistida de alta tecnología en los centros territoriales como los hospitales Vladimir I. Lenin, en Holguín;
Gustavo Aldereguía Lima, en Cienfuegos, y Ramón González Coro y Hermanos Ameijeiras, en La Habana.