El ojo de cereza es el término que muchos veterinarios utilizan para denominar un prolapso del tercer párpado (desplazamiento irregular de órganos o membranas de su lugar habitual). Los perros tienen un tercer párpado, ubicado en el ángulo interno del ojo, también llamado membrana nictiante y es una característica de ciertos animales. Cuando esta membrana presenta poca resistencia o grosor, se vuelve más susceptible a salirse del lugar natural que le corresponde, provocando un prolapso. Este padecimiento generalmente ocurre en perros jóvenes y es hereditario.
El ojo de cereza luce como una inflamación enrojecida en el tercer párpado, pero el prolapso puede llevar a padecimientos secundarios como inflamación exagerada, irritación crónica o infecciones severas. Si no es tratado a tiempo puede desarrollarse una queratoconjuntivitis seca (enfermedad ya abordada en publicaciones anteriores), hasta la pérdida de la visión.
Las razas de mayor predisposición a la enfermedad según el médico veterinario Yordán Díaz son, CockerSpaniel, Beagle y Bulldog. El tratamiento lo determinará el especialista con medicamentos específicos o por medio de cirugía, pero nunca dejes que la solución sea retirar la membrana, pues provoca que las lágrimas disminuyan significativamente y eso hará necesario el uso de gotas de por vida.
El esmero cuidado que pongas en los ojos de tu mascota es indispensable para conservar su visión y lograr calidad de vida.