Hoy no es el cumpleaños de San José de las Lajas, territorio que cuenta con más de dos centurias de fundado, pero hace 13 años se convirtió en capital de la nueva provincia Mayabeque y esa razón convida a celebrar.
Aunque esta capital dista de lo que añoramos porque su imagen todavía no complace a los nacidos en este terruño ni a los que llegamos un día y decidimos echar raíces acá, el amor no toma en cuenta algunos lunares y reverdece en los que a diario hacen para que este territorio avance.
13 años integran páginas de la historia de esta ciudad que acunó un experimento y supo desde sus hacedores de hechos cotidianos, que consagración, sentido de pertenencia y unidad eran y son las claves para apropiarnos de la prosperidad que merecemos.
Mucho se hablaba de la capital de la provincia Mayabeque, cuál sería, cada municipio con argumentos para sentirse acreedor de tal designación, pero para felicidad de los habitantes de San José de las Lajas, venció ese sueño tan discutido y defendido en cada espacio de esta municipalidad.
Claro que sería más hermosa si la limpieza arropara todos los sitios y sus calles lucieran sin esos rasguños que atentan contra su belleza y el bienestar de conductores y peatones, pero, aun así, hay algo que distingue a esta capital y es la osadía de quienes no desisten en sus sueños, es la voluntad de los que deciden empinar ideas para bien.
La efeméride inscribe el noveno día de enero en la historia de Cuba, porque justo en esa fecha en 2010 surgieron dos nuevas provincias y la capital de todos los cubanos recuperó su nombre original La Habana.
No es hoy el cumpleaños de San José de las Lajas, pero saben qué, es motivo de celebración; no se envejece cuando se cumple años, sencillamente se gana en experiencia, esa que ha de ser el incentivo para despegar de una vez y por todas, esa que indica que sobre los desaciertos se siembra voluntad e inteligencia para hacer presente y futuro.
Entonces, felicidades Mayabeque, pero, felicidades también San José de las Lajas.