damasco.–Los misiles cruceros de Estados Unidos, secundado por Francia y Reino Unido, cayeron en el territorio sirio la noche del pasado 14 de abril, cuando aún los expertos internacionales investigaban el supuesto ataque químico en la ciudad de Duma, que se usó para intentar justificar la agresión.
Pero la persistencia de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (opaq) en investigar los hechos, sumado a la aseveración de la inteligencia rusa de que todo fue un montaje, podrían dejar a Washington al descubierto.
«A lo mejor temen que los analistas, tras realizar su trabajo en el lugar, rechacen la versión mentirosa que sirvió como pretexto para el ataque con misiles. Se nota que nuestros socios estadounidenses están nerviosos», dijo recientemente el representante ruso ante la opaq, Alexandr Shulguín.
No es la primera vez que el Pentágono emprende acciones bélicas sobre bases infundadas que luego salen a la luz en investigaciones periodísticas o paneles internacionales. Pero en esta ocasión Washington tiene en el terreno otro actor de peso, Rusia, que no le está poniendo tan fácil las cosas.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, mostró evidencias esta semana sobre cómo se montó el video del supuesto ataque químico en Duma.
En palabras de Konashénkov, citado por Sputnik, los principales protagonistas de la grabación son dos médicos que trabajaban en la sección de emergencias del hospital de la localidad. Los galenos narraron el momento en que un grupo de desconocidos irrumpió en la sala del hospital con múltiples cámaras y llevando a niños de la mano, y comenzaron a lanzarse agua los unos a los otros. Después de que las tomas necesarias fueran registradas, todos se retiraron tan rápido como llegaron.
El general Ígor Konashénkov añadió que Rusia tiene pruebas de que el Reino Unido participó en la organización del «montaje» del supuesto ataque químico.
Precisamente con Londres se dio otro incidente que demuestra las capacidades rusas para defender sus objetivos en el conflicto sirio.
El diario británico The Times reveló que un submarino nuclear británico el hms Astute tenía asignada la misión de atacar blancos en el territorio sirio durante la acción bélica conjunta con EE. UU. y Francia, pero finalmente no participó en la ofensiva pues fue rechazado por submarinos rusos.
Ante esa realidad, Washington anda en busca de cualquier pretexto para aumentar su participación en el conflicto, que tras más de siete años de guerra parecía estar llegando a su fin. Ante la capacidad de resistencia del Gobierno de Damasco, el Kremlin no descarta que existan planes para fabricar nuevas excusas para justificar una agresión y el derrocamiento de Bashar al-Assad.