La llegada del verano presupone tiempo libre y mejor aprovechamiento de este. Cada año se aboga por una recreación sana, en la que el entretenimiento sea portador de cultura.
Convertir el tiempo libre en tiempo útil si de esparcimiento se trata significa leer un buen libro, disfrutar de una puesta en escena, consumir buena música y visitar una exposición, para solo citar algunos ejemplos.
Mayabeque cuenta con múltiples instituciones culturales que se pueden aprovechar al máximo. Como también disponemos de magníficos talentos locales en cualquiera de las manifestaciones, que bien pueden amenizar nuestras jornadas veraniegas.
Abogo por alfabetizarnos culturalmente, que la música sea además instrucción y educación. Sugiero una selección detallada de qué ciertamente es una verdadera programación cultural para un público de variada edad; pero con predominio de la juventud.
No se trata de llenar las plazas bailables para que el joven sude al ritmo de una pieza cuya letra no aporta nada. La música cubana en todos los tiempos ha contado con la ingeniosidad de los compositores sin caer en la vulgaridad.
En el empeño de educar culturalmente se encuentran los instructores de arte con su guerrilla y la misión Patria en los diferentes asentamientos de la provincia. También los miembros de la Asociación Hermanos Saíz, en la Casa del Joven Creador sugieren recreación inteligente que alegra y cultiva.
Nuestra cultura nos construye como pueblo, por ello, es menester de los creadores fomentar el buen gusto por el arte.