Queda claro que las circunstancias impuestas por las pandemias de toda índole que agreden a la nación cubana, no impidieron a nuestro modo celebrar este primero de mayo, aún cuando esas pandemias se empecinan en amedrentarnos.
De manera tan modesta como firme, en toda Cuba se ha celebrado la fecha de los trabajadores, a nuestro caribeño estilo y con la lluvia de iniciativas con que la patria ha sobrevivido a los intentos de quienes desean nuestra desaparición.