Consulta Popular: una  oportunidad de aprendizaje y crecimiento

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Cuba ha cambiado y mucho. No es la misma de mi niñez y adolescencia, tampoco las familias son iguales, esa es una realidad que conocemos, vivimos día a día pero, hasta ahora no consta su reconocimiento.

El Código de las Familias, ese documento jurídico que desde el pasado primero de febrero es objeto de consulta popular visibiliza a todas las construcciones familiares que existen en nuestro país, desde la inclusión promueve el afecto, la unidad, anima a otra mirada hacia nosotros mimos.

Este proceso que se desarrolla en Cuba y se extenderá hasta el mes de abril es significativo. Si bien nuestro país contó con el Código de la Familia (1975), avanzado para su época, ahora dispone de un Proyecto moderno y  actualizado.

Y en ese acercamiento a la realidad cubana está la distancia que marca del concepto tradicional filial ceñido a las relaciones consanguíneas, ahora ampliando su cobertura a las relaciones socioafectivas.

El reconocimiento de niños, niñas y adolescentes como sujetos de Derecho con posibilidad de su ejercicio sobre la base del respeto a su autonomía progresiva, también a las personas en situación de discapacidad,  figuran entre las novedades del Código que desde la inclusión muestra  su carácter humanista.

Otra realidad contentiva en el Código de las Familias es el tratamiento del envejecimiento poblacional,  al reconocer los derechos de las personas adultas mayores,  potenciar su autonomía y comunicación familiar, y tomar en cuenta a los cuidadores familiares.

Un tema que aparece con más luz en esta normativa es el relacionado con la violencia en el entorno familiar, ahora con el reconocimiento a sus manifestaciones en su más amplia diversidad, algo que afectaba considerablemente y constituía un reclamo.

Cuba, ya les decía, ha cambiado mucho. Nuestra realidad es otra, es esa que nos ha hecho fuertes y probados ante la adversidad, soñadores  a más no poder pues no renunciamos a ese mundo mejor que nos merecemos, altruistas porque decidimos vencer obstáculos y construir mejores caminos, aún sin los elementales recursos que se necesiten.

Ahora estamos ante todo un suceso, una Consulta Popular sobre un Proyecto de Código  de las Familias,  sí, Familias, porque más allá de lo sanguíneo están los afectos, está esa pretensión de sumar y multiplicar, de representar a todos, de unir y no dividir,  de eso se trata.

Es preciso leer este documento jurídico, estudiarlo y ante cualquier duda esclarecerla, pues la Consulta posibilita eso, a la misma asisten juristas en calidad de consultores, quienes pueden ayudar a entender lo que motive dudas.

El Proyecto del Código en su versión 24 se publicó el 12 de enero en la Gaceta Oficial de la República y se encuentra disponible en el sitio web del Ministerio de Justicia (www.minjus.gob.cu), en una versión que contiene la numeración de los Títulos, Capítulos, Secciones, Artículos, párrafos y los términos del glosario.

La Consulta Popular es una  oportunidad de aprendizaje y crecimiento, permite ser parte de este suceso que se realiza con todos y para el bien de todos.

 

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