

Desde el inicio de las actividades del concurso y evento teórico Ania Pino in Memoriam, en San José de las Lajas el pasado 5 de noviembre, comencé a admitir que en realidad yo no conocía a la merecedora de tantas muestras de respeto y cariño, pues solo sabía que era una buena periodista del territorio.










La historiografía tradicional es recurrente con el denominado Grito de Yara. En realidad asistimos a una imprecisión que debiera ser rectificada, al margen de una casi insalvable tendencia repetitiva. Los célebres sucesos de Yara se verificaron en la tarde-noche del 11 de octubre de 1868. El verdadero grito se dio en la mañana del 10 de octubre en el ingenio Demajagua.
La maternidad es un acto sagrado. Cuando nace un niño o una niña, la vida cambia para bien. En la familia se vuelcan todos los esfuerzos para dar bienestar y salud al pequeño miembro que ha llegado al hogar.









