El último partido disputado por Huracanes de Mayabeque en pos de la clasificación tuvo un desenlace digno de llevar al Séptimo Arte. Ni el más avezado de los escritores de cine deportivo podría haber vaticinado un final tan emocionante.
Los muchachos de Michael González fueron, sin dudas, protagonistas honorables a pesar de la derrota. Esta vez no pudo concretarse la hazaña y el sueño de llegar a la segunda fase del torneo llega a su fin para los herederos de Antonio “Ñico” Jiménez.
Quedan sensaciones ambivalentes y sentimientos encontrados. Por una parte Mayabeque experimentó una de las mejores actuaciones de su historia y por otra, sabemos pudo ser mejor. No obstante “llorar sobre la leche derramada” no es la solución.
Ahora la tarea es enfocarse en desarrollar aún más todas las potencialidades de este joven equipo, aprender de los errores, sumar las experiencias, trabajar en la preparación psicológica para lograr óptima motivación en escenarios estresantes y, disminuir la influencia de la ansiedad en el rendimiento ante situaciones de presión.
Desde la última división político-administrativa, no se sentía este fervor beisbolero en nuestras calles, a pesar del silencio del estadio por la COVID 19. Hoy todos hablan de pelota, expresan opiniones, elogian, critican, se ensoberbecen, se lamentan, pero lo más importante es el renacer de una esperanza.
Los aficionados de este territorio contamos con un equipo competitivo, capaz de luchar contra cualquier rival y de mostrar cara frente a los mejores, y en cualquier escenario.
No podemos olvidar los juegos alegres, agresivos, inteligentes; donde entregaron el corazón en cada una de las presentaciones. Los desafíos se ganan o se pierden en el terreno y no siempre los favoritos imponen su condición.
Nuevas Series se avecinan y el futuro es promisorio, queda mucha historia por escribir en el libro del Béisbol cubano, y ahora, se cuenta con Mayabeque. Orgullosos estemos del espectáculo desplegado sobre la grama.
Recibamos a nuestros peloteros con un cálido abrazo, continuemos alentándolos por no cejar en la lucha de escalar posiciones en la tabla cada nuevo año. Un sueño comienza y resurge la pasión en nuestros 11 municipios como un huracán de intensa categoría.
