A la Máster en Ciencias de la Educación Silvia Magali Suárez y a la doctora Danay Sosa, de San José de las Lajas, las une además de ser madre e hija, el amor a la investigación.
Dos generaciones diferentes pero coincidentes en el respeto y admiración por la tercera edad, razón que las ha descubierto uniendo saberes a favor de los adultos mayores.
Clases en las aulas de la Universidad del Adulto Mayor, participación en eventos relacionados con la gerontología saben de sus esfuerzos y pasión por el estudio, por todo aquello que aporte y sirva a las personas de la tercera edad para asumir con valentía y buen ánimo esa etapa de la vida.
Ellas, similares en carácter, siempre optimistas, no escatiman horarios para dar rienda suelta a nuevos proyectos; la familia es tesoro preciado a la que transmiten sus energías y desde la ejemplaridad instan a los nuevos a seguir haciendo caminos.
El arte de enseñar arropa a estas dos lajeras que llevan a las aulas sus experiencias y el afán por cultivar valores; no cuentas los años que distan entre una y otra; ellas son de las imprescindibles en todos los tiempos.
En sus respectivas labores, va el empeño de dos empoderadas, dos guerreras que desafían obstáculos para inscribir en este tiempo que no hay tarea imposible cuando en ella está presente la mujer.
Eso de “A mal tiempo, buena cara”, las identifica, en ellas el aliento y la esperanza, la convicción de vencer resultan constantes, de ahí que la ejemplaridad las distingue.
Silvia y Danay, madre e hija, son dos cubanas que despiertan al Sol para anunciar que están listas para construir el futuro.
