La radio Cubana está próxima a cumplir sus 101 años de creada, el 22 de agosto de 1922 se inscribe como fecha memorable para Cuba, ese día salió al aire la señal de la primera emisora cubana, la 2LC de Luis Casas.
Aunque fue de manera experimental, desde Animas 99 (actual N° 457) en La Habana, fue todo un acontecimiento, que dejó la mejor impronta en las generaciones de entonces.
Esa primera emisora iniciaba sus transmisiones con el cañonazo de las 9 de la noche, con espacios musicales, el estado del tiempo y el servicio de la hora.
El nombre, 2LC, respondía a las iniciales de su Director y propietario Luis Casas Rodríguez y era su hermana Zoila Casas Rodríguez quien identificaba la emisora, siendo la Primera Locutora de Latinoamérica.
Basta desde la imaginación recurrir a la época, y podemos deducir aquel suceso, porque lo fue y desde entonces, la historia de la radio ha sido inmensa y la mayor de las Antillas se honra con saberse pionera en las transmisiones radiales y televisivas.
La radio tiene su encanto, tiene magia, llega sin pedir permiso, informa, orienta, anima y convoca, sigue majestuosa siempre a tono con sus raíces y atemperada a estos tiempos difíciles pero imposibles de desafiar.
Es compañía oportuna, hasta fuente de consultas porque son muchos los que acuden a ella para corroborar alguna información, para indagar sobre un tema, o saber la certeza de algún hecho.
A diario la radio asume el mayor desafío: parecerse y responder a su tiempo, de esa manera acoge la originalidad, los saberes de sus hacedores a fin de resultar auténtica y vital.
En solo unos días la Radio Cubana arribará a su aniversario 101 y en esa efeméride habita un cúmulo de experiencias y sueños, de hombres y mujeres que protagonizaron importantes páginas de la historia, a las cuales pretendemos llegar desde hoy.
Háblese de la radio y estaremos hablando de un medio de comunicación centenario pero con la mocedad alojada en cada instante de transmisión, en ese empeño va la consagración de aquellos que insisten en demostrar que es un sonido para ver.
sin dejar a un lado a los primeros, aquellos cada día la inmensidad de este medio de comunicación, que sustenta su hacer con el respeto a esa gran familia que constituye la audiencia.
A 100 años de aquel acontecimiento, los soñadores de hoy, los que amamos la radio, los que apreciamos su valía, seguimos desde este siglo dibujando con verbo sencillo la crónica del latir de este tiempo.
La radio tiene magia, usted tal vez no lo ha descubierto, pero siéntase parte nuestra historia, esa que se fragua a diario con sobrada pasión para hacerla más auténtica.
Enhorabuena a la longevidad de la Radio Cubana, felicitaciones a sus hacedores, a quienes en medio de las más difíciles coyunturas despiertan cada día con la certeza de cultivar un sonido para ver.
