SANTIAGO DE CUBA.─ El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, encabezó este lunes la ceremonia de homenaje al líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al cumplirse un año de que sus cenizas fueran depositadas en el cementerio Santa Ifigenia luego de recorrer todo el país y recibir el tributo de un pueblo entero.
Justo a las siete de la mañana, cuando el sol apenas comenzaba a asomarse, se escucharon las notas de nuestro Himno Nacional y fue relevada la guardia de honor a Mariana Grajales, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí y Fidel.
A nombre del pueblo de Cuba fue depositada una ofrenda floral en la piedra que guarda las cenizas del Comandante en Jefe, mientras se escuchaban los acordes de la melodía “Eterno Fidel”, interpretada por la Banda de Música del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Luego volvió a estremecer la voz de Fidel cuando en mayo del 2000, en un acto multitudinario en la Plaza José Martí de la capital, nos legara el concepto de Revolución que se ha convertido en pilar esencial de nuestras luchas y al que millones de cubanos juraron fidelidad en los días memorables de sus exequias.
Acompañado por varios miembros del Buró Político y representantes de las organizaciones de masas, Raúl depositó flores blancas en honor a Fidel, al Apóstol José Martí, al Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y a la Madre de la Patria Mariana Grajales.
Antes de partir del cementerio, el General de Ejército llegó también hasta el panteón familiar que guarda los restos de los hermanos Josué y Frank País, jóvenes revolucionarios de insuperable valentía, a los que también rindió tributo con una flor blanca.
Al concluir la ceremonia, una multitudinaria peregrinación del pueblo santiaguero llegó hasta el cementerio Santa Ifigenia para honrar al Comandante en Jefe. Como coreaban mientras avanzaban por la avenida Patria, Fidel está y estará siempre junto a los cubanos. Evocarlo de esa manera, a un año de su partida física, constituye el mejor homenaje.