Las huestes del director Alfonso Urquiola se mostraron con garra ante 51 661 aficionados y fabricaron un racimo de cinco anotaciones en el mismo primer acto, para dejar claras sus aspiraciones de victoria.
En ese mismo inning explotó el abridor azul Noelvis Entenza, designado por el manager Lázaro Vargas para cubrir la apertura, pese a su desastrosa presentación del pasado lunes, cuando también salió ruidosamente del montículo en el capítulo inicial.
La desventaja tempranera no desalentó a Industriales, que hizo gala de gran amor propio, conservó la concentración y respondió con cuatro anotaciones en el segundo inning, finiquitado con una controvertida y protestada decisión arbitral.
Sucedió que, con hombres en primera y segunda, dos outs, el tercer madero anfitrión, Yulieski Gourriel, conectó elevado a la zona de foul del jardín derecho, muy próximo a la cerca, y un aficionado intentó fildear la pelota, justo cuando el jardinero Roel Santos se disponía a capturarla. El árbitro del jardín derecho decretó foul, pero Urquiola reclamó una presunta interferencia y exigió la revisión de la jugada por medio del video, algo que la Federación Cubana aprobó desde comienzos de la Serie.
Los árbitros fallaron a favor de Pinar luego de un exhaustivo análisis, aunque los argumentos esgrimidos no convencieron a muchos, porque “la interferencia de aficionados” en intentos de fildeo no aparece de manera implícita en el reglamento, como una de las cinco jugadas con posibilidades de ser revisadas en las cámaras.
Vargas reclamó la decisión pero los jueces mantuvieron su posición y alegaron que podían revisar el video, amparados en el acápite dos de la regla, que versa: se pueden chequear batazos de línea o fly que pican cerca de la raya de foul (más ambiguo e incoherente imposible para el caso en cuestión).
Además, el mecanismo de reclamación mostró enormes lagunas, pues desde la detención del choque hasta el anuncio del fallo transcurrieron casi 30 minutos, una eternidad (solo imaginar cuánto duraría un partido si se revisara el video en tres ocasiones).
De regreso al duelo del Latinoamericano, el receso por casi media hora enfrió los bates de los jugadores industrialistas, quienes dejaron de producir ante el abridor pinareño Yosvani Torres. O, para decirlo de mejor modo, sobrevino para regresar al camino de la efectividad el trabajo del abridor pinareño.
Y es que si antes de la jugada el diestro era todo descontrol y debilidad, después pasó a ser el lanzador dominando y jerárquico, capaz de someter a sus rivales para, de paso, conseguir su segunda victoria en este playoff y la número 17 en la temporada, la mayor renta de su carrera (sumando campaña regular más juegos extra).
Pinar amplió la ventaja con una carrera en el tercer inning y otra en el cuarto, con las cuales llegó a siete en este desafío, una más que las fabricadas por sus jugadores en los últimos tres partidos combinados, que concluyeron en derrotas.
Con el choque 7×4, y ante la salida de Torres por cantidad de lanzamientos, Urquiola envió al ruedo al segundo abridor de su staff, el zurdo Julio Alfredo Martínez, autor de un relevo excelente en las dos últimas entradas, que le valió para obtener su primer salvamento de la temporada.
El mentor vueltabajero ratificó así su total desconfianza en los lanzadores del bullpen, quienes le fallaron continuamente en las últimas semanas del campeonato y también en los playoffs.
Por los ganadores, el mejor a la ofensiva fue el torpedero David Castillo, al ligar doble y sencillo en cuatro veces al bate, con tres carreras impulsadas, aunque también brillaron Osniel Madera (sencillo y par de dobletes, un remolque), Yosvani Peraza (par de imparables y dos empujadas) y Giorvis Duvergel (dos biangulares en cinco oportunidades ofensivas).
Ahora, Industriales comanda este playoff semifinal por tres triunfos contra dos de Pinar -ambas a la cuenta de Torres-, cuando viajará desde La Habana hasta suelo vueltabajero para dirimir el sexto y (de hacer falta) el séptimo partidos del duelo.
El ganador de este enfrentamiento obtendrá el boleto a la gran final del béisbol cubano, etapa a la cual ya clasificó la escuadra de Matanzas tras vencer en cinco encuentros a los vigentes campeones nacionales de Villa Clara.
Para el viernes, cuando se dirimirá el sexto juego, Urquiola podría depender de Vladimir Baños o el propio Julio Alfredo Martínez. Y Vargas, por su parte, barajaría la posibilidad de utilizar a Vicyohandri Odelín (lanzó el 28 de marzo) o Frank Montieth (abrió el 29 de marzo), ambos con descanso suficiente.
(Con información de Prensa Latina)