Tel Aviv, 16 mar (PL) Decenas de miles de israelíes volvieron este jueves a salir a las calles del país en protesta contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno como parte del Día de la Vergüenza en la Oposición a la Dictadura.
La nueva jornada de rechazo al plan inició temprano cuando decenas de artistas pintaron una línea roja en la calle que conduce a la sede del Tribunal Supremo de Justicia en Jerusalén.
De igual modo, miembros del grupo Hermanos en Armas, integrado por reservistas, establecieron una oficina de reclutamiento militar simulada fuera del edificio municipal en la ciudad de Bnei Brak, reportó la radioemisora Arutz Sheva.
Mientras, veteranos de la marina navegaron en pequeños botes hacia el norteño puerto de Haifa y bloquearon durante unas horas la entrada a los barcos mercantes.
Más de 450 oficiales y soldados de operaciones especiales y ramas cibernéticas colgaron un enorme cartel en el cruce de Elyakim en el que está escrito: La dictadura está dividiendo a la nación.
En Rehovot otros veteranos a colocaron sacos de arena alrededor del tribunal para proteger el edificio “de los ataques de criminales que intentaban llevar a cabo un golpe de Estado”.
Desde las 08:00, hora local, estudiantes y padres iniciaron el bloqueo de numerosas carreteras a lo largo y ancho del país, mientras otros contestatarios se concentraron frente a varias embajadas.
En la noche está prevista una gran protesta en la plaza Habimah de esta capital, anunciaron los organizadores.
Hasta el momento se reportan al menos dos arrestos en el norte de esta ciudad, donde numerosas calles están cerradas, y otros cinco en Jerusalén.
En tanto, los alumnos de la Universidad de Tel Aviv colocaron cercas de alambre de púas en la entrada del centro de estudios para denunciar “el poder desenfrenado que el Gobierno pretende adquirir para sí mismo con esta legislación”.
La reforma impulsada por la alianza derechista en el poder permitirá a la Knesset (Parlamento) anular las decisiones judiciales con la mayoría mínima y seleccionar a los jueces.
La iniciativa generó intensas críticas públicas y una feroz oposición en el país, donde son sistemáticas las protestas masivas en medio de las advertencias de economistas, profesionales del derecho, académicos y funcionarios de seguridad.