Cuando se escriba la historia de San José de las Lajas ella no puede faltar, ocupará una de sus páginas, en las que se hable del protagonismo de la mujer lajera pero también de la osadía, del arrojo, de la fuerza de voluntad y de la particularidad de ser una líder indiscutible.
Para ella no cuentan los años, las dolencias, ni los puñetazos que le ha deparado la vida, por encima de todo está su amor por los semejantes, su sentido del deber, su compromiso con este tiempo al cual aporta su lealtad, pues ella no es de las que se debilita ante las adversidades ni de las que cambia cuando el agua no está tibia.
Habrá que narrar en ese libro por hacer, que ella hace mucho rato perdió su nombre, y que basta su frase peculiar para identificarla, porque cuando se hable de “Mi querer” todos saben que se alude a ella: Hilda Pérez Lazo.
Hilda quien fuera delegada del Poder Popular, presidenta del Consejo Popular Sur pero además, la mujer que nunca ha creído en imposibles, que ha sido la primera en cada tarea y también la número 1 en recabar soluciones para los aquejados.
“Mi querer” es de la estirpe de los imprescindibles, de aquellos que no se cansan de hacer el bien, que no desisten ante las dificultades y en su lugar ponen toda la energía a fuerza de corazón pero también de conciencia para avanzar.
Hilda Pérez Lazo es todo un personaje, en ella habita el buen humor ese que también es imprescindible para no detener la marcha aún cuando el camino resulta escabroso, es ella símbolo que ha demostrado como desde una edad tercera se puede estar en primera y a toda velocidad.
Gracias Hilda, gracias Mi querer por ser parte de esta historia que está por ser contada, gracias por la humildad, la delicadeza, gracias por ser bondadosa y maternal, atenta y solícita, gracias por ser especial.
Cuando salgas a la calle, cuando pases por su casa, no dejes para después el placer de saludarla, ella merece siempre el mayor de los homenajes.