Siempre que se hable del legado de las madres en la Mayor de la Antillas el pensamiento llega hasta la indomable Mariana Grajales Cuello, quien sintetiza el valor, el desprendimiento y la bravura con hechos increíbles que siguen asombrando por lo singular de su firmeza – legado que viaja con el tiempo y perdura como la justa convicción de las cubanas.
Su ejemplo por la independencia de la patria dejó muy alto el nivel del sacrificio y desbrozó el camino de la historia de toda justificación para la negativa ante los retos, pues ofrendar todos sus hijos y el esposo por la causa patriótica es un hecho asombroso.
En el transcurso de la historia posterior a Mariana abundan los momentos decisivos, donde hijos y madres se han visto nuevamente ante la disyuntiva de tomar o dejar el camino de lo justo, a costa de lo más preciado que tiene el ser humano: la vida.
Incontables serían los ejemplos de tales decisiones e innumerables las madres que un día, con el corazón destrozado por la realidad inevitable de una despedida, han visto partir a sus vástagos a la incertidumbre de los escenarios, apremiados otra vez por lo impostergable del deber.
A las miles de mambisas de la independencia se sumaron las madres de los luchadores clandestinos durante la república y las sangrientas dictaduras; las que vieron partir o caer a los revolucionarios del Moncada, la Sierra Maestra, la lucha contra bandidos y los héroes de Girón.
En las madres de los internacionalistas de cualquier esfera ha estado también el legado de Mariana y la fuerza para vencer ese pánico por lo impredecible.
Seguidoras de Mariana son las que hoy se sobreponen a esa misma disyuntiva para tolerar la salida de sus hijos a la lucha contra la pandemia despiadada en centros de aislamiento del territorio nacional o en otras tierras, donde les acechan peligros impensables.
Por eso, cuando mayo llega otra vez para el pueblo de Cuba ante tal excepcionalidad, no cabe otra idea que pensar en esas madres, cuyos corazones latirán este día más de prisa porque llevan en su alma, de una u otra forma, la extirpe y el legado de Mariana.