Conocida en el ambiente artístico como Manolito Simonet y su Trabuco, la agrupación, nacida en La Habana en 1993, está de gira por diferentes ciudades estadounidenses.
Para nosotros es un privilegio que cumpliendo 30 años podamos celebrar no solamente en Cuba, sino haber actuado primero en Perú, un país siempre al lado de la discografía de la orquesta, y ahora aquí, dijo en entrevista exclusiva con Prensa Latina en Nueva York, una de las escalas.
Simonet agradeció la acogida del público en cada una de las presentaciones y este reencuentro porque hace cuatro años no venían a Estados Unidos.
Por eso en esta gira de 12 conciertos decidieron realizar un “un recorrido por toda la discografía”, acotó.
Damos la posibilidad también de que el público elija lo que quiere escuchar y creo que ha sido formidable porque, porque nos permitió recordar canciones que, por ejemplo, hacía 20 años que no tocábamos, confesó.
La gente lo aceptado, lo ha asimilado, porque la discografía del Trabuco ha tenido muy buena trascendencia en América en general y aquí en Estados Unidos sobre todo, afirmó Simonet.
Para el también compositor, arreglista y pianista de formación autodidacta, aunque la música cubana quizás no tenga el respaldo de las multinacionales, está presente en todas partes y sigue en la preferencia de muchos en el mundo.
Anticipó que después de esta gira “vendrán unos conciertos en Cuba, pensamos ir a Colombia y regresar a final de año a Estados Unidos para después viajar a Europa”.
Su propósito es seguir exportando al mundo la música cubana, especialmente a los que gustan del Trabuco y se refirió al talento de nuevas incorporaciones al grupo, “así que vamos a seguir trabajando otros 30 años más”.
Al preguntarle sobre su natal Camagüey (provincia del centro este de Cuba), Simonet expresó que es allí donde están su familia y amigos, “desde el punto de vista espiritual es el lugar al que voy siempre a cargar la batería”.
Pero es allí donde está la fuente de sus influencias musicales, porque “creo que es una mezcla de la trova camagüeyana que es un poco diferente a la de otras provincias”, subrayó.
Destacó además haber recibido la “influencia de personas que en aquello momentos en que me inclinaba hacia la música eran muy populares en Cuba como el conjunto Rumbahavana, la orquesta Aragón; más adelante Los Van Van y Adlaberto Álvarez, una referencia muy cercana”.
Mi trabajo es una mezcla de lo que era el conjunto en aquel momento y las jazz band, de la charanga, cuando entré a la Maravilla de Florida y al final el Trabuco es eso, enfatizó.
El concierto de Manolito y su Trabuco en Nueva York tuvo lugar en uno de los lugares más legendarios de la ciudad, el SOB’s (abreviatura de Sounds of Brazil), espacio ubicado en pleno corazón de Manhattan, fundado por Larry Gold en 1982 con el propósito de difundir la música afrolatina.
La boda de Belén, Y Todavía No, Te Dejo Libre, Saliditas contigo, El Águila, Locos por mi Habana y Tú me dijiste mentiras, fueron algunas de las canciones interpretadas, coreadas y bailadas en casi su totalidad por los asistentes.
Al calor que por estos días de julio se siente en Nueva York se unió ese otro de los que en el SOB’s acompañaron al Trabuco.
Ya estuvieron en Miami, Virginia y Connecticut. Además en Atlanta y por delante les quedan compromisos en Los Ángeles y San Francisco (California) y en Seattle (Washington).
Daniel Donayre, productor general de la actual gira del grupo, comentó antes a esta reportera: “Manolito celebrando 30 años de carrera artística por los Estados Unidos creo que es una bendición”.
Esta no es la primera actuación del Trabuco en el SOB’s, un escenario de reputación ganada pues aquí han pasado estrellas como Tito Puente, Marc Anthony y Eddie Palmieri.
Incluso lo han prestigiado la Orquesta Aragón, Los Papines, Isac Delgado, el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro y Los Van Van.