Resultan innegables los múltiples beneficios que genera la lactancia materna para el desarrollo integral del niño, algunos conocidos por los padres como los relacionados al fortalecimiento del sistema inmune, el adecuado aporte de nutrientes en la alimentación y al incremento del bienestar psíquico del menor entre otros.
Sin embargo no resultan igualmente reconocidos los beneficios de la lactancia materna para el desarrollo posterior de habilidades relacionadas con el lenguaje.
Según estudios sobre el tema para producir los múltiples sonidos que componen nuestra lengua necesitamos la participación de elementos como los maxilares, el paladar duro, el paladar blando, los labios y la lengua, estos elementos son los mismos que intervienen en otras actividades vitales como la succión y la deglución, ambos íntimamente vinculados a la lactancia materna.
La ciencia ha demostrado además que el proceso de succión implica una importante actividad de los labios que sirven para inmovilizar las mamas después de lo cual los maxilares se encargan de comprimirlas para ayudar a la salida de la leche, proceso que sienta las bases para un correcto desarrollo del lenguaje.
De ahí la importancia de amamantar a los niños al menos en los primeros seis meses de vida porque la lactancia materna es salud y amor.
