Las mujeres en la sociedad actual constituyen paradigma de agudeza y vitalidad, cualidades que manifiestan a la hora de superar los disímiles retos que atribuye nuestra existencia.
Al igual que los hombres están preparadas para ocupar cualquier tipo de compromiso y actividad asignada, una realidad que a través de los años han demostrado con talento, competitividad y semejantes resultados.
Entre sus cuantiosas virtudes resaltan el hecho de hacer avanzar a la familia con un brío oportuno, sin desaprovechar su exquisitez de mujer; beneficio de pocos que ellas alcanzan en cada jornada.
Las mujeres lajeras sobresalen además por sus valores, la entrega en incomparables tareas y el desempeño de un rol protagónico y representativo en todos los sectores de la sociedad.
Sus resultados son visibles desde distintos puestos laborales como: salud, educación, agricultura, deportes, en cargos de dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC), del Gobierno, cultura y ciencia.
Son las mujeres ejes vitales en esta sociedad donde es innegable que cada uno de los sexos tiene sus aportes, pero donde el género femenino tributa con dobles roles, pasión, sacrificio y profesionalidad.
