Recuerdo con mucho agrado mi etapa de estudiante y como con pocas y pequeñas cosas disfrutaba a plenitud mi adolescencia y juventud.
En los años 80 la manera de vestir, los peinados y los cortes de cabello que regían la moda del momento no eran tan importantes para los jóvenes de esa década ya que valores como la amistad, la sencillez, la honestidad y otros los identificaban.
Después de más de 20 años disfruto de mi hijo esta etapa que hoy vive él, pero al ver los gustos e intereses de esta generación solo puedo exclamar ¡Como cambian los tiempos!
Hoy los jóvenes y adolescentes se dejan arrastrar por grandes oleadas que tiene la moda internacional; para ellos la manera de vestir los identifica, es muestra de su personalidad única y original.
Además, ir a la moda, es ir a su tiempo, es identificarse con su grupo y es muestra de autonomía al oponerse a los criterios de sus padres.
Para gran parte de esta nueva generación la ropa es un medio de comunicación, y al decir de algunos, una buena imagen vale más que mil palabras, aunque apariencia, es eso, no dice mucho más de quién es quién.
Los adolescentes y jóvenes de hoy están orgullosos y felices con su forma de llevar la moda y como es propio en esta etapa de la vida tales actitudes les definen como autónomos, diferentes y con toma de decisiones.